La fiebre futbolera se apoderó de los hinchas de San Martín de Tucumán, en la previa del esperado partido por el ascenso a Primera frente a Aldosivi, en Rosario. Desde el día anterior, miles de fanáticos acamparon frente a la boletería del estadio para asegurarse una entrada. La venta arrancó con un éxito rotundo: en pocas horas se vendieron 12.000 populares y casi 7.000 plateas, quedando unas 500 disponibles, que se ofrecen sin largas filas y a un costo de $25.000.

“La pasión del hincha de San Martín es impresionante”, comentó un vendedor. Aunque el fervor fue generalizado, la escena también dejó algunas secuelas en el espacio público. Las veredas de la calle Bolívar quedaron repletas de basura: botellas, envoltorios y restos de comida se acumulaban en los alrededores, lo que agravó una situación que se da frecuentemente tras eventos deportivos de gran convocatoria.

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A este problema se sumó el paro de los trabajadores de la empresa de limpieza urbana, 9 de Julio, que dejó el área sin barrido. La falta de recolección aumentó la preocupación de vecinos y peatones, quienes reclamaron una mayor responsabilidad por parte de los hinchas y la posibilidad de que el club implemente medidas para mitigar el impacto ambiental de eventos futuros.

LA GACETA

Los vecinos, quienes también son testigos regulares de los partidos y los eventos de San Martín, manifestaron su molestia. Algunos sugirieron que el club debería instalar baños químicos y puntos de recolección para evitar que las calles y veredas terminen en tales condiciones tras las largas jornadas de espera. “Uno debería poder disfrutar de su pasión sin dejar un rastro de basura detrás”, opinó un vecino de la zona.

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La escena generó un debate. A pesar de la pasión de los hinchas, algunos criticaron la falta de cuidado del espacio público y recordaron que “lo que es de todos merece el mismo respeto que lo propio.”